El rincón del fútbol americano

Una herramienta mal empleada

• La agresividad reinante en el fútbol americano les está pasando la cuenta a varios jugadores defensivos de la NFL, es por ello que muchas veces el efectivo tackle es reemplazado por el ineficaz pero espectacular golpe, una disyuntiva que sólo el tiempo y el trabajo podrán resolver.

Por Felipe Reisch

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Todos los deportes tienen un punto en su juego que los hace distintos a lo demás. El fútbol americano es fiel a esa tendencia, caracterizándose por su juego rudo, la fachada de los implementos protectores y de los corpulentos hombres que lo practican. Eso sí, son estos mismos los que últimamente han estado fallando en la esencia de este juego, el tackle.

La rapidez del juego y los esquemas de bloqueo empleados en la ofensiva, hechos específicamente para alargar el desarrollo de una jugada, pueden servir como acertadas excusas al problema central, uno que casi la mayoría de los jugadores defensivos de la NFL han estado experimentando. El abuso de los golpes en la técnica de tackleo es el principal error del acto, un hecho que sólo puede explicarse debido a la espectacularidad de un buen porrazo en comparación con un eficaz pero “aburrido” lazo a la cintura o piernas del portador del balón. En otras palabras, se está en la presencia de individuos que sólo quieren lograr estar en los noticiarios deportivos de medianoche con el mejor golpe de la semana. Una real lástima.

Un golpe no asegura el derribo del portador del ovoide, ni tampoco la rápida llegada de los compañeros de equipo para colaborar con la acción si es que el acarreador renuncia en irse al piso. Para entender un poco más la disyuntiva, y sin la intención de entrar en una comparación desleal, debido a las diferencias en la práctica del deporte y en las reglas, sería oportuno que a los jugadores de la NFL, y a las futuras promesas, se les enseñara basándose de cierta forma en el modo de takleo que se emplea en el Rugby. Eso sí, hay que tener en cuenta que en aquel deporte no están permitidos los golpes, sino sólo los jalones o lazos controlados para impedirle el movimiento de piernas al rival, precisamente la forma más eficaz de desplome. De hecho, al indagar en sitios que informan sobre ciertas herramientas básicas del fútbol americano, se puede encontrar como explicación común del tackle lo anteriormente expuesto, específicamente lo relacionado con rodear el cuerpo o piernas del portador del balón con ambos brazos levantándolo al mismo tiempo del piso. Entonces, ¿Por qué son tan populares los golpes?

Es de importancia destacar también que sería injusto meter a todos los jugadores en el mismo saco, ya que hay algunos que realmente son grandes exponentes gracias a su destreza en esta área de juego. Al hablar de ellos rápidamente se vienen a la cabeza profesionales como Zach Thomas, Ray Lewis y Derrick Brooks, entre otros, quienes además de ser veteranos y jugar en la misma, son ser seguros y agresivos a la hora del tackle.

La técnica sobre la fuerza

El portador del balón, ya sea un corredor, ala cerrada, ala abierta o inclusive un fullback, casi siempre es de menor envergadura o peso que el jugador defensivo destinado a detenerlo. Lo anterior se explica naturalmente, debido a que si fuera a la inversa, sería casi imposible detener la marcha del acarreador. Por el otro lado, esta diferencia de corpulencia es aprovechada por el jugador ofensivo con su velocidad, herramienta decisiva a la hora del encuentro con su marca. Es precisamente por ello que para no darle ventajas al opositor, el defensivo debe ser paciente y no apresurar el desarrollo de la jugada, para no sobrepasarse en ella, y así quedar fuera de posición. Es justamente por lo anterior que cada jugador debe saber controlar su ansiedad y energía en cada partido y/o jugada, algo que se aprende con la experiencia, buenos maestros y estudio.

Para explicar lo anterior sería oportuno utilizar como ejemplo a dos jugadores profesionales que por casi una década se han visto las caras al menos dos veces al año, ya que juegan en escuadras rivales de división. Son el corredor de los Green Bay Packers, Ahman Green, y el apoyador central de los Bears de Chicago, Brian Urlacher, quienes sirven perfectamente para esta pequeña demostración. Se debe tener claro que lo más importante a nivel profesional es la habilidad de cada jugador, siendo importante para el ofensivo eludir la colisión, y para el defensor llevar a cabo un efectivo derribo, entre otras tareas. Al dejar de lado los hechos intangibles, y al llevar la hipótesis hacia la física misma del juego, es imposible ignorar los respectivos pesos y estaturas de ambos involucrados (ver tabla).

Jugador________ Peso (kilos/libras) Estatura (metros/pies)
Ahman Green___________ 98 / 218____________ 1.83 / 6'0
Brian Urlacher_________ 116 / 258____________ 1.93 / 6'4

La primera impresión que da la tabla es una clara supremacía física por parte de Urlacher. Lo importante aquí no es dejarse llevar por la talla, simplemente porque es el jugador ofensivo el que la mayoría de las veces lleva la ventaja sobre el defensor, trayendo mayor velocidad a la hora del encuentro. Es de lo anterior donde se desprende el punto principal de todo: la real importancia de saber tacklear bien, específicamente en campo abierto o uno contra uno. Lograrlo depende de tres importantes y menospreciados factores: doblar la rodillas, mantener la espalda recta y la cabeza arriba, y a la hora de la colisión, dar un paso hacia delante y con agresividad utilizar cualquiera de los dos hombros como comienzo del lazo para asegurar estabilidad, y por ende un tackle efectivo.

Como el anterior, hay varios emparejamientos en un partido de fútbol americano, pero sin necesidad de entrar en detalle en aquel hecho, es trascendental destacar la pobre actualidad que vive la NFL a la hora de efectuar contacto para finalizar una jugada. Algunas veces, para no decir varias, los golpes resultan ser entretenidos para el público, pero además de ser inefectivos si son mal empleados, pueden resultar ser peligrosos para la salud. Un buen tackle en cambio, no sólo asegura el derribo efectivo del oponente, sino también contribuye a disminuir las lesiones, y le posibilita al defensor tener una mayor probabilidad de forzar un balón suelto, sencillamente por la cercanía de los brazos hacia el balón en el momento del derribo. Los entrenadores y los propios jugadores debieran ser los primeros en reforzar esta área, para hacer de este gran deporte uno inclusive más completo.

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¿Sabías que...?

En ambos partidos por la Final de Conferencia de la temporada pasada se registró un total de 41 tackles fallados, definiendo a éstos como cualquier intervención defensiva que no logró derribar al portador del balón. Ciertamente una cifra bastante alta teniendo en cuenta que supuestamente son los cuatro mejores equipos de toda la liga. ¿Cómo serán los otros?, preocupante.